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VOLUMEN I / I EPOCA

Director: Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
Noticias y Artículos de Dietética y Nutriología Ortomolecular y Antienvejecimiento para Profesionales de la Salud

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viernes, 14 de septiembre de 2007

nutriguia.com

Nutriguía: Guía de Nutrición y Salud
Nutriguia

La dieta Atkins ¿buena o mala?

Un nuevo estudio concluye ahora que la dieta Atkins es la más eficaz para perder peso. Y según parece sin efectos adversos. ¿Será verdad? Estudios anteriores demostraron todo lo contrario y la OCU la incluyó en su día entre las dietas consideradas peligrosas. De lo que no cabe la menor duda es que nadie debería adoptar una dieta restrictiva sin consultar antes con un médico especialista, quién en todos los casos debe analizar el buen estado de salud del paciente antes de recomendar esta u otra dieta a cualquier persona.

La dieta Atkins fue una dieta realmente revolucionaria en la década de los setenta y de los ochenta porque al parecer daba excelentes resultados tanto con los pacientes obesos como con aquellos a los que sólo les sobraba un par de kilos. Esta dieta no pone límite al consumo de grasas pero controla de forma muy especial el consumo de carbohidratos. Graduado en la Universidad de Michigan y en la Facultad de Medicina de Cornell University, el Dr. Atkins, gran especialista en Nutrición y Dietética, recomendaba a la hora de seguir su dieta 9 pautas básicas:

  1. Sólo se puede comer alimentos permitidos (carnes rojas, aves, pescados, embutidos, huevos, quesos, condimentos, agua, zumo de limón e infusiones de hierbas, caldo de pollo y grasas. Es posible incluir dos pequeñas raciones al día, de unos 50 g, de una ensalada de hoja verde, pepinos, espinacas o berros).
  2. Se puede tomar la cantidad que se desee de los alimentos permitidos, salvo de la ensalada, como se dice anteriormente.
  3. Se aconsejan 6 comidas diarias no muy grandes, dejando entre una y otra entre 3 o 4 horas.
  4. No hay que saltarse el desayuno.
  5. Hay que evitar el azúcar y la harina, no hay que dejar de leer muy bien las etiquetas. Tampoco están permitidas la sacarosa, dextrosa, glucosa, lactosa, fructosa, sorbitol, manitol, dextrina, azúcar moreno, ni edulcorantes nutritivos.
  6. Hay que reducir la cafeína y las bebidas con cola (sólo se pueden beber 3 cafés diarios).
  7. Abstenerse del alcohol, en especial la primera semana.
  8. Hay que realizar un poco de ejercicio diario.
  9. Consultar con su médico antes de empezarla y siempre que la reanude.

Los alimentos prohibidos son:

Todos los hidratos de carbono o alimentos muy ricos en ellos: arroz, galletas, macarrones, pasteles, azúcar, gelatinas, maíz, patatas, caramelos, guisantes, maizena, pepinos dulces, cereales, harina, mermeladas, plátanos, chicle, helado, miel, salsas dulces, dátiles, higos, pan, uvas, uvas pasas, frutas secas, judías, pastas, yogur endulzado... En cuanto a las frutas todas están prohibidas salvo el zumo de limón. Y tampoco permite la leche.

Aspectos positivos y negativos

Entre los aspectos positivos cabe resaltar la pérdida rápida de peso, en especial de los primeros kilos de más. Para los últimos kilos es más lenta, sobretodo si no se varían los menús. Entre los aspectos negativos de este plan dietético es que hay que vigilar muy de cerca la posible subida de colesterol y el correcto equilibrio de los triglicéridos. Atkins decía que esto es prácticamente imposible de que ocurra, pero lo cierto es no se aconseja seguir esta dieta por más de 1 mes y en ningún caso sin consultar con un médico especialista. Jamás puede iniciarse sin consultar con un médico si se padece hipertensión, gota o alguna afección cardiaca.

Semana a semana

En la primera semana la dieta no permite la ingesta de ningún carbohidrato, en la segunda se pueden ingerir de 15 a 20 g (una cantidad realmente ínfima (el peso de dos galletas María). En la tercera semana y sucesivas semanas se podrá ingerir 5 gramos más que en la segunda semana es decir 20 a 25 g (el equivalente a 3 galletas María o casi una rebanada de pan de molde). En las siguientes semanas se seguirá con esta cantidad de 20 a 25 g, hasta alcanzar el peso deseado (¡No superar 1 mes!). Al reducir de tal modo la ingesta de carbohidratos el organismo utiliza la grasa que tiene reservada, liberando la que tiene de más. La dieta funciona porque moviliza la grasa, sacia el hambre y elimina el exceso de agua.

Nuevo estudio americano... a su favor

Un estudio de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), realizado en mujeres premenopáusicas con sobrepeso y obesidad que siguieron cuatro tipos de dietas durante un año, parece haber puesto de manifiesto que la del doctor Atkins es la más eficaz y que no tiene efectos adversos. Las conclusiones de esta investigación se han publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

Los investigadores examinaron los efectos de tres dietas de uso común y una dieta basada en las guías médicas estadounidenses en mujeres premenopáusicas con sobrepeso y obesidad. Las dietas comparadas fueron la Atkins; la dieta de la Zona, que como la anterior reduce el consumo de hidratos de carbono aunque en menor cantidad; la dieta LEARN, siglas en inglés de estilo de vida, ejercicio, actitud, relaciones y nutrición, basada en la reducción del consumo de grasas además de elevar el de carbohidratos; y por último la dieta Ornish, que eleva el consumo en carbohidratos.

El estudio incluyó a 311 mujeres con sobrepeso y obesidad no diabéticas, en edad premenopáusica, entre febrero de 2003 y octubre de 2005, asignadas de forma aleatoria a seguir una de las cuatro dietas antes mencionadas durante un año.

Los investigadores midieron no sólo la pérdida de peso sino también los niveles de colesterol y triglicéridos (algo que como ya vimos puede verse alterado), la grasa corporal, la tasa cintura-cadera, los niveles de insulina rápida y glucosa así como la presión arterial(por el peligro en caso de hipertensión, que también hemos mencionado ya).

Y su conclusión

Pues bien los expertos descubrieron que la pérdida de peso fue superior en mujeres que seguían la dieta Atkins (muy baja en carbohidratos) en comparación con los otros grupos. La pérdida media a los doce meses fue de 4,7 kilogramos en el grupo de Atkins; 1,59 kilogramos en el de la Zona; 2,59 kilogramos en el grupo de LEARN y 2,18 kilogramos en el caso del grupo Ornish. Según los investigadores, los temidos efectos adversos metabólicos derivados de la dieta Atkins no han aparecido en este estudio, aunque los beneficios tampoco pudieron atribuirse a un consumo bajo de carbohidratos en vez de a otros aspectos de la dieta como por ejemplo el mayor consumo de proteínas.

Los detractores

A esta famosa dieta no le han faltado detractores. Así un estudio científico publicado en The Lancet la califió en el 2004 como poco segura a corto y medio plazo.

La controvertida dieta que Robert Atkins diseñó en 1982, con la que aseguraba se podía perder hasta cuatro kilos en 1 semana (¡una barbaridad!) fue estudiada por un equipo danés en ese año, equipo que publicó en la revista The Lancet los puntos flacos que de ella había descubierto. Esta dieta es realmente muy popular en EE.UU. y en el resto del planeta. De hecho el médico que la inventó fundó una empresa que facturaba cerca de 100 millones de euros anuales con la venta de sus libros ( a pesar de que él en determinados momentos de su vida fue un obeso). Y muchos famosos siguieron su plan dietético cuando quisieron deshacerse de los kilos de más como Robbie Williams y actrices como Jennifer Aniston.

La dieta Atkins permite comer lo que otras muchas dietas prohíben y desecha las verduras (permite una ínfima cantidad) y leguminosas. Por ello ha recibido muchas críticas por parte de las sociedades médicas, que señalan con razón que las grasas saturadas y proteínas altas en colesterol que acompañan las fuentes de proteínas permitidas en dicha dieta han demostrado ser perjudiciales para la salud; están relacionadas con enfermedades cancerosas; aumentan el nivel de ácido úrico en la sangre, al igual que las concentraciones de triglicéridos y colesterol, favoreciendo la aparición de depósitos cristalinos en las articulaciones y deteriorando los vasos sanguíneos.

Los detractores señalan que al despojar al organismo de los carbohidratos, es cierto que el cuerpo busca energía en la grasa acumulada, pero también en los músculos, provocando desgaste muscular y fatiga. ¿Merece la pena correr tales riesgos? Por más que se trate de una dieta recomendada para un máximo de 30 días de duración, nadie debería arriesgarse a padecer algunos de los posibles efectos adversos. El propio Atkins no hizo gala precisamente de tener una salud de hierro, y además de sufrir obesidad en los últimos años de su vida, tuvo un historial de infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca e hipertensión y falleció a los 72 años a causa de una lesión cerebral (pese a que sus familiares nieguen que su estado de salud guardara relación alguna con la dieta que inventó y que él no debió de poner en práctica).

Estudio danés

La revista The Lancet (2004; 364: 897-899) publicó las evidencias científicas de un equipo danés. Dirigidos por Arne Astrup, de la Universidad RVA de Copenhague, asignaron a un grupo de medio centenar de individuos con obesidad mórbida una dieta baja en grasas a seguir por espacio de 6 meses, y a otro igual otra dieta que únicamente limitaba el consumo de hidratos de carbono (como la de Atkins). Al finalizar el periodo, los individuos con dieta Atkins ciertamente habían perdido más peso; pero los investigadores descubrieron que al ampliar el seguimiento a un año la diferencia era inapreciable. Astrup concluía en The Lancet que la dieta Atkins funciona porque la restricción casi total de los hidratos provoca el almacenamiento de glucógeno y la eliminación de las reservas de agua asociadas, por tanto en realidad el peso perdido se debe casi exclusivamente a una pérdida de líquido. Sin embargo no se pudo comprobar que se produjera también una excesiva reducción de la masa muscular.
  
Astrup consideró que la pérdida de kilos de esta dieta se debía al mayor poder saciante de las proteínas frente a los glúcidos. Sin embargo, los científicos daneses adviertieron de que un déficit de hidratos priva al cerebro y a los músculos de glucosa y puede ocasionar calambres y fatiga. El científico danés sugirió algo muy lógico: para perder peso es preferible reducir el consumo de calorías en general, pero sin modificar la píramide nutricional (sin excluir ningún tipo de alimentos) y, algo esencial, combatir la vida sedentaria.

Lo que dice la OCU

La Organización de Consumidores y Usurarios (OCU) publicó un informe en el que alerta sobre todas las dietas adelgazantes que hacen perder agua y masa muscular de forma ultrarrápida. Aparte de ser muy desequilibrados, estos regimenes al dejar de hacerse hacen recuperar el peso perdido de forma rápida y muy perjudicial. Incluso se recupera más peso que el que se deseaba perder.

La OCU señala que la dieta Atkins es una de las más peligrosas. Según esta organización de consumidores con esta dieta se adelgaza porque se elimina la ingesta de (pan, patatas, pastas, legumbres, fruta y arroz y lácteos). Y permite tomar todas las proteínas y grasas que se quieran: embutidos, carnes, salsas... Al suprimir los hidratos de carbono, el cuerpo pierde agua y, cuando agota las reservas de energía, recurre a los depósitos de grasa del organismo. A la larga, este mecanismo de acción produce aumento de los lípidos en la sangre y, por consiguiente, eleva el riesgo cardiovascular. Además, altera el ácido úrico y produce arritmias, dificultades respiratorias y ocasiona carencias vitamínicas importantes. Recordemos que la fruta está prohibida y la presencia de verdura es insignificante. Realmente es una dieta que funciona, pero que en ningún caso debe hacerse sin contar con la supervisión de un médico especialista en nutrición.

Fotos: AR IMAGEN

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