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VOLUMEN I / I EPOCA

Director: Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
Noticias y Artículos de Dietética y Nutriología Ortomolecular y Antienvejecimiento para Profesionales de la Salud

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viernes, 8 de agosto de 2008

Altas dosis de Vitamina C inyectadas redujeron a la mitad el tamaño de tumores malignos

SALUD


Anti-cáncer



Altas dosis de Vitamina C inyectadas redujeron a la mitad el tamaño de tumores malignos...




Altas dosis de Vitamina C inyectadas a ratones de laboratorio, redujeron a la mitad el tamaño de su tumores malignos y confían que similar resultado podría obtenerse en humanos, según un estudio publicado en la última edición la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences.

El experimento, concretado en Maryland por científicos estadounidenses, comprendió tres tipos de tumores cancerosos, y en el 75% de los casos, se logró reducirlos entre un 41% y un 53%.

El estudio, practicado por un equipo de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) bajo al dirección del doctor Mark Levine, fue realizado sobre ratones creados con un sistema inmunológico deprimido.

Los científicos les implantaron tres tipos de células cancerosas agresivas para generarles tumores ováricos y pancreáticos, y el muy temido glioblastoma, un cáncer de cerebro de rápida evolución, que prácticamente es irrefrenable.

Los roedores fueron divididos en dos grupos, y en el 75% de los inyectados con Vitamina C en sus cavidades abdominales o por vía endovenosa, hubo una reducción de entre el 41% y 53% en el crecimiento y el peso de los tumores.

En cambio, en el grupo de los que no recibieron tratamiento, el cáncer siguió creciendo y expandiéndose velozmente.

"Esta información preclínica aportó las primeras bases firmes para el uso farmacológico del ascorbato en el tratamiento de pacientes de cáncer", se aseguró.

Se sospecha que el éxito se debió a que la vitamina C (también llamada ascorbato o ácido ascórbico) reacciona químicamente ante la célula tumoral -que es diferente a la sana- creando suficiente peróxido de hidrógeno para destruirla.

El peróxido de hidrógeno no es otra cosa que la muy popular "agua oxigenada", de uso doméstico para frenar el sangrado de heridas, como aclarante del cabello, y en jardinería, para promover el crecimiento de plantas sanas agregándola al regado.

Ya en 2005, otras investigaciones efectuadas en los NIH habían detectado la efectividad del ácido ascórbico en la eliminación de células cancerosas, tras su administración por vía intravenosa; y si bien no pudo entonces explicarse la razón, se observó la formación de peróxido de oxígeno.

Al parecer, el peróxido de hidrógeno crea un lago de espuma alrededor de las células malignas y las reduce, tal como lo hace con la sangre cuando se lo aplica sobre una herida reciente.

"Ese peróxido de hidrógeno produce la muerte de algunas células cancerosas y parece no eliminar las células normales. Por qué sucede esto, no lo sabemos", reconoció Levine.

"El hallazgo clave, aquí, es que esto es ácido ascórbico usado como medicamento y que parece ser prometedor en el tratamiento de algunos cánceres", agregó.

La dosis de vitamina C empleada en los ratones fue de hasta cuatro gramos por kilo de peso, lo que supera en mucho lo que puede absorberse a través de los alimentos o mediante píldoras.

Esto es así por cuanto el sistema digestivo toma sólo la cantidad que cree necesitar y como la vitamina C es hidrosoluble, el sobrante es inmediatamente desechado por la orina.

Para engañar este mecanismo de control y lograr la concentración necesaria, fue que los científicos inyectaron el ácido ascórbico en venas o abdomen de los roedores.

La idea de que el ácido ascórbico pudiera utilizarse para tratar el cáncer surgió en la década de 1970: la planteó el científico Linus Pauling, premio Nobel de Química en 1954.

La teoría era controvertida y los estudios no lograron demostrar ningún beneficio notable, pero por entonces la vitamina C era administrada oralmente.

Levine señaló a la revista Proceedings que otro estudio clínico del que participó en Canadá, mostró que una dosis elevada similar a la cantidad de vitamina C aplicada a los ratones, "puede inyectarse en personas con efectos secundarios mínimos".

"Lo bueno aquí es que las concentraciones que son efectivas, pueden aplicarse a los seres humanos", sostuvo.

El siguiente paso será comenzar nuevos estudios para probar si en los seres humanos se consigue similar resultado: "Creo que casi ya estamos listos para hacerlo", concluyó Levine.


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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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